Los entornos familiares son los ideales para frenar la discriminación
En México lastimosamente prevalecen los episodios de odio y discriminación, pese a las leyes, normas, y sanciones que hay en la materia.
Una encuesta a nivel nacional reveló que el 23 por ciento de los mayores de edad han sido discriminados por su tono de piel, manera de hablar, peso o estatura, clase social, creencias religiosas, sexo, orientación sexual, ser una persona indígena o afrodescendiente; tener alguna discapacidad, enfermedad, entre otros.
Los indígenas, los afrodescendientes y las personas con discapacidad son los grupos que más padecen este tipo de actos deplorables.
Al parecer no se trata de leyes ni castigos; sino de valores, pero el gobierno ni las escuelas pueden hacer algo al respecto si en las familias los padres y madres no participan en ello; lo que bien se construye con programas sociales, políticas públicas y acciones educativas; se puede destruir fácilmente en el círculo familiar.