Históricamente Chiapas a nivel nacional es catalogado como un estado con abundante agua; sin embargo, la crisis mundial del vital líquido que es creciente, también afecta a la entidad.
Los análisis más recientes que realizó, el Centro de Investigación con Visión para Mesoamérica de la Universidad Autónoma de Chiapas, indican que la disponibilidad del agua para uso y consumo humano disminuyó considerablemente; porque, todos los ríos de Chiapas, “todos” están contaminados.
“Los análisis más recientes que hemos realizado en la universidad arrojan que la disponibilidad de agua para uso y consumo humano ya no es la misma que teníamos ni siquiera hace 30 años, porque todos los ríos del estado de Chiapas están contaminados, entonces, la calidad de agua ya no es la misma”. Vicente Castro Castro / profesor del Centro de Investigación con Visión para Mesoamérica de la UNACH.
Incluso, la calidad del agua en los mantos freáticos ya no es la misma.
Explicó, la disponibilidad del líquido se mide por 2 variables la calidad y la cantidad, en cuanto a este último factor, señaló que en Chiapas la sequía aumenta, debido a que las precipitaciones han disminuido y se dispone de menos agua para uso humanos, para la ganadería y la agricultura.
“El patrón de lluvias que tiene Chiapas y particularmente el Soconusco, es de descenso, pequeño, pero constante, es decir, cada vez llueve menos en esta zona y la sequía es más severa. Lo cierto es que tanto en cantidad como en calidad la disponibilidad del agua en Chiapas cada vez es menor”.
La crisis del agua crece y se agudiza, porque el consumo aumenta de forma descontrolada y no existe un plan para limpiar y rehusar el agua que se consume.
Por ejemplo, los ríos de Tapachula, principalmente, el Coatancito y Texcuyuapan tienen un alto grado de contaminación y aún no existe una estrategia para sanear esos afluentes y utilizar ese líquido.
“El problema es que la administración del agua es tan deficiente y hasta corrupta, lo que ha provocado estos niveles de contaminación, toda esta agua no se puede utilizar porque no se trata, entonces decimos que la mala administración del agua es el problema fundamental”.
Advirtió, que el crecimiento poblacional descontrolado, en esta región, focalizado por la gran cantidad de migrantes ha generado un uso irracional del agua lo que ha provocado un estrés hídrico, agudizando la crisis en el Tapachula y Chiapas.
De tal manera que cada año se requieren mayores cantidades; sin embargo, las fuentes que se utilizaban, como manantiales, pozos o presas, ya no son suficientes para abastecer a la totalidad de la gente..
El investigador, enfatizó en la necesidad de que los tres niveles de gobierno realicen acciones que demuestren que es un tema prioritario y se establezcan los lineamientos en la materia, a fin de resolver el problema en el corto, mediano y largo plazos y sustentar la disponibilidad para las familias.
De acuerdo al profesor, en las zonas urbanas la mala distribución del agua por tubería en mal estado y la falta de tratamiento de aguas residuales son problemas que se resuelve con dinero, lo lamentable, es que no hay un diagnóstico específico de cuánta agua está contaminada.