De acuerdo al último reporte de la Organización de las Naciones Unidas, se vive un escenario catastrófico por el cambio climático, cuyas consecuencias incluyen, entre otras, sequías intensas, escasez de agua, incendios graves, aumento del nivel del mar, inundaciones, deshielo de los polos, tormentas catastróficas y disminución de la biodiversidad.
México, está comprometido con acciones a través del programa Sembrando Vida, donde se ha logrado capturar alrededor de 5 mil millones de toneladas de dióxido de carbono mediante la siembra de 1,150 millones de árboles en el país; y en un plano local, el territorio de Tapachula tiene sembrado cerca de mil 300 árboles por hectárea de diferentes tipos de plantaciones, indicó el coordinador territorial del programa en mención, Jorge Aguilar Reyna.
Adicionalmente, dijo, que México está proponiendo el incremento de las áreas naturales protegidas y el reordenamiento en la zona de manglar, con lo cual se está extrayendo de la zona del núcleo la siembra de la palma de aceite por considerarse un factor de deterioro de suelos y de extracción de agua.
Aguilar Reyna reiteró que se están llevando las plantaciones a una zona de amortiguamiento, para no perjudicar las Áreas Naturales Protegidas (ANP), pues se había sobrepasado la autorización de la PROFEPA de solamente permitir la siembra de 5 mil hectáreas, cuando ya llevaban el doble y eso ha propiciado el impacto ambiental negativo.
Aseguró que la palma africana no es mala por si sola sino se le cuestiona el modelo que se tiene para su reproducción y explotación, pues la palma en general genera un aceite que tiene muchos usos, tanto alimenticios como cosméticos, incluso se elabora leche con grasa vegetal, eso hace que sea demandada, pero el hecho que tiene es depredar los lugares naturales.
Añadió que provoca un impacto negativo al hacer que los pozos artesianos y los arroyos se sequen, por lo que es importante dejar en claro que la palma no es mala, sino que debe cuidarse que no se conviertan en una amenaza para la conservación de las áreas naturales.
Puntualizó que, en México, se está reorientando la producción de palma, a ciertas áreas y estableciendo un plan de majeo vigilado por SEMARNAT y PROFEPA porque sí tiene impactos ambientales al haber una sobreexplotación.