Sólo 30 metros separan al panteón de Puerto Madero del océano pacifico.
Con cada temporada de mar de fondo el fuerte oleaje socava las tumbas y poco a poco desaparece al campo santo.
“El mar se está metiendo y se lleva a los muertos. Cada año el mar de fondo se mete al panteón y cada que eso pasa se lleva 2 o 3 difuntos que luego flotan en el mar”.
Consuelo Palacios / Habitante de Puerto Madero.
Entre los meses de mayo y junio el fenómeno de mar de fondo se lleva de 2 a 5 tumbas, dejando los restos de osamentas de quienes fueron pobladores de la comunidad, esparcidas en la playa.
Es triste, saber que los restos de mi hermanito se los llevó el mar, porque ya se comió un pedazo el mar. Esto pasa año con año, desde el paso del huracán Stan, ya no queda un 50% de terreno de panteón.
Samuel López Morales / Habitante de Puerto Madero.
Es urgente una reubicación del panteón.
El panteón está a punto de desaparecer y aunque los pobladores se aferran a mantener a sus familiares lo más cerca posible, contra la fuerza del mar no pueden batallar; por ello, es urgente buscar un nuevo terreno para su reubicación, pues queda poco espacio y ya no saben en donde enterrar a sus difuntos.
Los pobladores relataron que, desde hace 17 años, con el paso del huracán, el mar comenzó a devorar con más intensidad las tumbas del campo santo de la comunidad.
El cambio climático, también ha hecho su efecto en las playas de Puerto Madero, no sólo han sido los daños a las palapas, estas han erosionado viviendas y evidentemente el panteón.
La población es más grande, porque la erosión ha alcanzado algunas casas.