Según científicos, los últimos tres días han sido posiblemente los más calurosos en la historia moderna de la Tierra.
Una ola de calor sin precedentes ha estado rompiendo récords de temperatura en todo el mundo, desde América del Sur hasta la Antártida. Este aumento se atribuye a dos factores principales: las continuas emisiones de gases de efecto invernadero causadas principalmente por la quema de combustibles fósiles, y el regreso del fenómeno climático conocido como El Niño.
El calentamiento ha sido notable, con junio registrando la temperatura más alta jamás registrada. En lugares como Texas, México e India, se han experimentado olas de calor mortales. En la Antártida, los niveles de hielo marino han alcanzado mínimos históricos este año. Además, el océano Atlántico Norte ha estado inusualmente cálido, con temperaturas superficiales que rompen récords anteriores.
El aumento drástico de las temperaturas ha generado preocupación incluso entre los científicos que estudian el cambio climático. Según reportó el científico Brian McNoldy para The New York Times, estas condiciones son tan extremas que resulta difícil comprenderlas.
El martes, la temperatura global promedio alcanzó los 62,6 grados Fahrenheit (17 grados Celsius), convirtiéndo en el día más caluroso registrado desde al menos 1940, cuando comenzaron los registros. Es probable que haya sido el día más caluroso incluso antes de esa fecha, según el análisis del Servicio de Cambio Climático de Copernicus de la Unión Europea.
Es importante tener en cuenta que este promedio global incluye variaciones regionales significativas. En el sur de Estados Unidos y el norte de México, por ejemplo, el índice de calor ha alcanzado los tres dígitos, y se estima que el cambio climático ha hecho que la ola de calor sea aproximadamente 5 grados Fahrenheit más caliente de lo que hubiera sido sin su influencia, según científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en California.