El campo oaxaqueño ha tenido grandes desafíos en su desarrollo durante estos últimos años. Las variedades de maiz extranjero, la migración y contaminación de la tierra a causado que muchas familias pierdan lo que por generaciones fue su principal pilar económico. Olga Lidia Gómez Diaz, ante la crisis agrícola, decidió prestar sus tierras al municipio de Etla para comenzar proyectos de siembra que beneficien a ambas partes.2,500 metros cuadrados fueron designados para que la comunidad Eteca comenzará a sembrar diferentes variantes de maiz, con el fin de generar un rescate a la agircultura tradicional. Este proyecto inició desde el mes de junio cuando el director de arte y cultura de Etla Omar Elí Pérez, convocó a los diferentes campesinos de la localidada colaborar en esta parcela comunitaria.Aunque la sequía y la desertificación han complicado este proyecto, la realidad es que la iniciativa e interés de los agricultores del municipio a permitido un avance considerable en la recuperación del campo eteco. La propuesta llegó hasta los oídos de la facultad de ingeniería en Agronomía de la UAM. Entre profesores y alumnos destacaron el valor de este trabajo, que beneficia a las especies de maiz nativas de México. Este proyecto se a convertido en una propuesta que combate la siembra de maiz transgénico, la sobre explotación del terreno agrícola, y aporta a la conservación de las tradiciones milenarias referentes a la agricultura.Entre las variantes más importantes sembradas en el campo eteco encontramos las variedades de maiz criollo azul, maiz rojo y el maiz negro pepitillo. Estas especies, destacan por sus propiedades antioxidantes, y alta cantidad de vitaminas. Con este proyecto la cultura comunitaria de Oaxaca se fortalece, y la agricultura comunal lucha contra los monocultivos y las cosechas con transgénicos.