¨Una vocación¨ fue así como Adriana Pérez, quien es enfermera desde hace más de 20 años, describió su trabajo. De acuerdo con ella, darle tu vida a la vida de alguien más es un trabajo de resistencia, paciencia y mucho, pero mucho amor.
¨Para mí ha sido una vocación, ha sido un apostolado, la verdad me encanta hacer lo que hago, mis actividades son ahora en quirófano, claro que he pasado por hospitalización, consulta, área de pediatría, cuneros, ginecoobstetricia, pero realmente el área que me hace sentir realizada es estar en quirófano y estar en cirugía.¨
El dedicarse a atender a las demás personas fue su sueño, pues desde muy pequeña sabía que de una u otra manera debía de ser enfermera; sin embargo, fue hasta que estudió la licenciatura en que se dio cuenta de la magia del organismo, los cuerpos y cómo funciona cada una de las células que nos hacen poder tener un día más de vida.
¨Todos estos años me han servido para conocer muchas cosas que me sirven para mi vida fuera del hospital, con mi familia, fuera de mi familia, vecino, a todos nos sirve, creo que uno no trabaja de enfermera, uno es enfermera toda la vida, aunque uno se jubile. Por eso continúo en esto porque sí podría moverme en otro puesto administrativo (que también lo he realizado y me gusta) pero el área quirúrgica es lo que más me llama la atención.¨
Ser enfermera significa para Adriana tener sensibilidad, ser la venda que cura a los enfermos, atenderlos y hacer que su malestar sea menos, desde una sonrisa, hasta un abrazo.
Por lo cual, en el marco del Día del Enfermero en México, invitó a todas y todos los ciudadanos que tienen el interés de desarrollarse como enfermeros en que se motiven, ya que es un trabajo para servir y brindar.