Tapachula, Chiapas.- La aglomeración de migrantes en el Parque Central Miguel Hidalgo de Tapachula, ha provocado graves afectaciones económicas a los 20 aseadores de calzado instalados en este lugar, ya que sus ingresos han disminuido en más de 50 % en las recientes semanas. Asimismo, se suman a esta situación, los pequeños comercios aledaños a esta plaza de la capital económica de Chiapas.
El ambiente que se vive todos los días en el parque central, es de suciedad, malos olores y la multitud de migrantes de diferentes países que ocupan las jardineras, bancas y los pequeños quioscos que están sobre la periferia de la plaza pública, por lo que, los aseadores de calzados aseguraron que la ciudadanía ya no quiere ir al parque a pasar un rato con la familia.
Arturo Estrada Pérez, uno de los aseadores inconformes, señaló que hasta antes de que se diera este descontrol de muchedumbre migrante, las personas de esta ciudad, llegaba al parque a pasar un rato de tranquilidad, al tiempo que permitían que los boleros lustraran sus zapatos, pero ahora su trabajo se mermado al grado de no llegar con el sustento diario para las familias.
Dijo que el parque se ha convertido prácticamente en una sucursal del Instituto Nacional de Migración o de un albergue migrante, porque, aunque en el parque no se hace ningún trámite, los extranjeros ocupan este lugar para dormir, hacer sus necesidades fisiológicas, comer, y hasta llegan a molestar a la gente con discusiones entre ellos, riñas y consumo de mariguana.
Estrada Pérez expuso que, esta situación se está complicando porque todos los días llegan más migrantes y el parque se ha reducido a pequeños espacios donde no los dejan trabajar, por lo que pidieron a las autoridades mayor atención en el proceso que solicitan los migrantes, porque este lugar que es el rostro de Tapachula se verá convertida en un muladar donde nadie quiera llegar.
Criticó a los políticos, principalmente los que ahora son diputados, porque han dejado solos a la ciudadanía de esta frontera sur, ya que cuando estuvieron en campaña, prometieron estar cercanos a la gente para conocer sus problemas y ahora que requieren ser escuchados ninguno se asoma, ya que si bien es cierto no están en contra de la migración, sí lo están con el descontrol que impera en esta ciudad, donde el tapachulteco se siente rehén de esta situación.