Habitantes del cantón Sacrificio en Tuxtla Chico, denuncian la grave contaminación del río Naranjo, provocada por una granja de puercos.
Hombre y mujeres manifestaron su preocupación por la severa contaminación que genera un particular, dedicado a la crianza de porcinos en el ecosistema de dicha comunidad; pues además de los malos olores, desperdicio de la comida y toda clase líquidos contaminados escurren al afluente que cruza por 4 comunidades.
“Estamos molestos porque el señor Eduardo con su granja de marranos nos esta contamienando el río Naranjo, el drenaje de la granja escurre al río y todo lo que lavan todos los días, además del desperdicio de los animales”.
Adela Mateo / Habitante del Cantón Sacrificio.
En un recorrido sobre la orilla del río para llegar al punto de contaminación, conforme se avanzaba entre los terrenos, el olor se hacía más intenso y el agua del río, a pesar de la corriente se tornaba más oscura. En algunas partes donde se encharcaba el agua se tornaba de color marrón.
También se observaron aves de rapiña varias de ellas muertas y en estado de descomposición a la orilla.
“Hay zopilotes muertos a la orilla del río, también hemos encontrado gatos y perros, porque el dueño, don Eduardo los envenena con la comida y los animales quedan muertos en la orilla y ahí se descoponen y todo se escurre al río.
Carmen Ortiz / Habitante del Cantón Sacrificio
Los habitantes de comunidades como La jeringa, Umoa, Guadalupe Victoria y el Sacrificio cercanas a esta granja, dejaron de utilizar el agua de este afluente para uso cotidiano; incluso ya no bajan a bañarse por la contaminación y el riesgo de contraer alguna enfermedad. .
Y advierten a los demás vecinos de que abstengan de utilizar el agua del rio por toda la inmundicia que arrojan.
“Pedimos que la Secretaría de Salud o el ayuntamiento intervengan para que clauseren esta granja que nos contamina, porque incluso la gente ha dejado de usar el agua de este afluente y advertimos a las comunidades más abajo que ya no lo hagan por el riesgo”.
Sonia López / Habitante Cantón Sacrificio.
La señora, Rosi Mejía, es vecina de esta granja de puercos y desde la parte de atrás de su casa se puede ver a decenas de estas aves alimentándose de los desechos y las heces fecales de los animales de engorda. Señaló, parte del drenaje de esta granja escurre al río.
Piden a las autoridades sanitarias intervengan para cerrar esta granja porcina, que desde hace 5 años contamina el afluente y genera malos olores para los habitantes del cantón, antes que desate una ola de enfermedades de la piel, respiratoria y gastrointestinales.