En el marco de los festejos de la tradicional Feria del Café y la “Carrera de Costales” del ejido 11 de abril del municipio de Cacahoatán, productores de aromático grano, advierten, que los cafetales de la región fronteriza de Chiapas con Guatemala se están quedan sin mano de obra.
La ausencia de los jornaleros provenientes de Guatemala, se acentúa en las parcelas de los municipios como Unión Juárez, Cacahoatán, Tuxtla Chico y Tapachula, porque, los guatemaltecos que antes viajaban por decenas a trabajar en el cultivo, ahora ya no consideran atractivo venir a realizar la pizca de café, debido a que el precio de su moneda el quetzal supuró al peso.
“Es algo muy complicado que afecta a la producción de café de la región, porque, la mano de obra de Guatemala dejó de venir a nuestras parcelas, debido a que ya no les conviene porque su moneda el quetzal vale más que el peso, casi 2 a 1, entonces, ahora se van al norte”.
Carlos Méndez Padilla / Productor de Café de Cacahoatán
Contratar a un trabajador del país del quetzal, para que venga a trabajar en el cultivo de café resulta doblemente caro. Este problema se suma a la falta de mano de obra local, porque, los dueños de parcelas, también, decidieron migrar a los Estados Unidos o entidades del norte de México en busca de trabajo mejor pagado.
El productor de café, aseguró, el costo de producción durante el ciclo que recién concluye se duplicó, por la falta de mano de obra.
Además, la falta trabajadores ha complicado realizar todos los trabajos para que los cafetales produzcan más; lo que, provocó una merma del brote de la cereza y en consecuencia las plantaciones bajaron su producción.
Es evidente que el valor de la moneda de Guatemala, generó una ruptura de la alianza entre los ejidatarios y los trabajadores guatemaltecos, pues, la gente e incluso familias que cruzaban el río Suchiate para la labranza de los cafetales disminuyó y ya no son los mismos, ahora vienen trabajadores sin ningún compromiso con el trabajo; lo que, afecta directamente a la producción de café.
Enfatizó, que los chiapanecos, que habitan en las zonas cafetaleras, ya no están trabajando en la cafeticultura, al considerar que la producción de café ya no genera el recurso económico para sacar adelante a sus familias.