Después de que se reportara la explosión de la presa de la central hidroeléctrica de Nova Kakhovka, cerca de 40 ciudades y pueblos están inundados en la región de Jerson. La ONU dio a conocer que a pesar de las condiciones adversas en Ucrania continuarán las tareas humanitarias.
La ONU y sus socios humanitarios comunicaron que se está distribuyendo agua, alimentos y dinero en efectivo a las personas afectadas por las inundaciones en las provincias de Jerson y Mykolaiv. Además, en colaboración con autoridades locales, “las operaciones de auxilio se planean llegar lo antes posible a las zonas más afectadas por las inundaciones, una vez que el ejército lo considere seguro, dados los riesgos que supone el rápido movimiento del agua, que desplaza minas y artefactos explosivos sin detonar a zonas previamente consideradas despejadas”.
Rafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) señaló que el pasado miércoles la “presencia de la organización en la central nuclear de Zaporiyia es en estos momentos de vital importancia para ayudar a prevenir el peligro de un accidente nuclear y sus posibles consecuencias para la población y el medio ambiente mientras aumenta la actividad militar en la región”.
El ya mencionado, agregó que “la posible pérdida de la principal fuente de agua para refrigerar la central complica aún más una situación de seguridad y protección nuclear ya de por sí extremadamente difícil y desafiante”. Cabe destaca que “desde la rotura de la presa este martes hasta la tarde del miércoles, su nivel de agua descendió hasta los 14,03 metros. Si desciende por debajo de 12,7 metros, la central nuclear no podrá bombear agua desde el embalse hasta su recinto”.