Antes de la pandemia, la industria hotelera sueca estaba creciendo de manera constante, según Jekaterina Smirnova, analista sénior de la empresa de investigación Euromonitor.
“En 2019, los consumidores en Suecia gastaron en servicios de alimentos, incluidos varios tipos de restaurantes, cafés y bares, 137.000 millones de coronas suecas (unos US$13.000 millones), y durante los 10 años previos a que el coronavirus golpeara al mundo, el país registró una tasa de crecimiento anual superior al 4%”, dice.
En los bares y restaurantes de verano,cada hora adicional de luz del día cuenta, especialmente cuando se tiene un negocio que se basa en sociabilizar al aire libre.
“Desde principios de octubre hasta finales de marzo experimentamos un invierno muy duro y un período muy oscuro, por lo que la gente prefiere estar en casa la mayor parte del tiempo. A principios de abril, la gente está afuera y disfruta de esta luz y de este Sol”, afirma Rami Awwad, quien administra el restaurante y bar Mälarpaviljongen en Estocolmo, famoso por sus bebidas y cenas al aire libre.
En verano, dice Awwad, la gente gasta más dinero porque está más tiempo fuera de casa.
“Dependemos absolutamente de esta luz del día. Estamos abiertos los siete días de la semana desde las 11 de la mañana hasta la 1 de la tarde. (…) En lo económico, definitivamente hace la diferencia”, añade.
En Estocolmo, el sol se pone algunas horas al día en verano. Pero más al norte, en la Laponia sueca, no pasa por debajo del horizonte.
“Cuanto más al norte llegas, más largo es el invierno, por lo que esto significa que dependen mucho de los meses de verano para la vegetación, pero también para la diversión, para renovarse“, sostiene Magnus Henrekson, profesor del Instituto de Investigación de Economía Industrial de Estocolmo.
“En el extremo norte pueden tener nieve hasta mediados de mayo y, tras un par de semanas, están en pleno verano. Durante este período, los hoteles, bares y demás intentan generar suficientes ingresos para sobrevivir el resto del año”, dice.
La infraestructura turística de verano en el norte de Suecia está bien instalada.
Abisko, 200 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico en la Laponia sueca, es hoy en día un popular destino turístico para ver el sol de medianoche.