Con el informe que presentó el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, en el que prometió que serán cumplidas todas las metas de la llamada “operación militar especial”, como denomina el Kremlin la guerra en Ucrania, quedó claro que el balance militar de los diez meses de hostilidades y las tareas para 2023 se discuten a puerta cerrada en el compacto Consejo de Seguridad de Rusia.
Anunciada como una reunión del presidente de Rusia, Vladimir Putin, con la plana mayor del ejército, acabó siendo en realidad una videoconferencia para 15 mil oficiales del ejército ruso, además transmitida en directo por la televisión de este país para quien quisiera asistir desde su casa.
Los adversarios geopolíticos de Rusia –apuntó– “no escatiman recursos en su lucha contra nosotros y empezaron a recoger para su beneficio todo lo que estaba tirado en el suelo”. Se dedicaron, con éxito, a “lavar cerebros” en los países del espacio postsoviético y sobre todo en Ucrania.