La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que a través de la investigación titulada “¿Cuál es la capacidad de los servicios de ENT y las interrupciones debidas a la COVID-19?”, se expuso que derivado de la crisis sanitaria global, se detectaron graves interrupciones en el diagnóstico y manejo de las Enfermedades No Transmisibles (ENT) en las Américas.
Silvana Luciani, jefa de Enfermedades No Transmisibles de la OPS y una de las autoras del estudio, señaló que “las personas con ENT requieren un diagnóstico oportuno, tratamiento continuo y acceso a medicamentos esenciales, así como un monitoreo continuo de sus condiciones”. Desafortunadamente, el estudio arrojó que “muchos países fueron incapaces de satisfacer estas demandas en los últimos tres años”.
El organismo de salud, detalló que si bien el “81% de los 35 países encuestados identificaron los servicios de ENT como parte del conjunto básico de servicios de salud esenciales que debían mantenerse durante la pandemia, sólo el 34% informó que los servicios ambulatorios de ENT siguieron en funcionamiento, y más del 90% informó de interrupciones en la prestación de servicios esenciales de atención primaria, incluidos el cribado del cáncer y la gestión de la diabetes y la hipertensión”.
Otro dato alarmante es que “una cuarta parte de los países también reportaron el desabastecimiento de herramientas de diagnóstico, así como de medicamentos y tecnologías esenciales para el tratamiento y la gestión de estas enfermedades”. Para hacer frente a la crisis, el 67% de los países sustituyeron las consultas presenciales por consultas en línea, mientras que otros optaron por atención domiciliaria, el triaje y la priorización de la atención dependiendo del estado del paciente.
La jefa de Enfermedades No Transmisibles de la OPS, señaló que “alrededor de 240 millones de personas viven actualmente con una enfermedad crónica en las Américas. El acceso a los servicios de diagnóstico y tratamiento de las ENT es esencial para controlar estas afecciones y prevenir la muerte prematura”.
Ante el actual panorama, la OPS recomienda el “integrar las ENT en la cobertura y el acceso universal a la salud, centrándose en garantizar una atención asequible y de calidad para la prevención y el tratamiento de estas enfermedades como parte de la atención primaria de salud y empoderando a las personas que viven con ellas para que gestionen sus afecciones”.