Por primera vez en la historia la Organización Mundial de la Salud pidió la eliminación de las grasas trans producidas industrialmente, según un nuevo informe emitido por el organismo cinco mil millones de personas en todo el mundo siguen desprotegidas frente a las nocivas grasas trans, lo que aumenta su riesgo de cardiopatías y muerte.
Cuarenta y tres países ya han implementado políticas de mejores prácticas para abordar las grasas trans en los alimentos con dos mil 800 millones de personas protegidas en todo el mundo, de acuerdo con los datos recabados en el informe Cuenta atrás 2023 – Informe de la OMS sobre la eliminación mundial de las grasas trans 2022.
Sin embargo, a pesar de los importantes avances, cinco mil millones de personas en todo el mundo siguen expuestas a los devastadores efectos de las grasas trans sobre la salud, y el objetivo mundial de eliminarlas totalmente en 2023 sigue siendo inalcanzable.
Las grasas trans de producción industrial se encuentran habitualmente en alimentos envasados, productos de panadería, aceites de cocina y cremas para untar.
El consumo de grasas trans es responsable de hasta 500 mil muertes prematuras por cardiopatías coronarias cada año en todo el mundo.
El doctor Tedros Adhanom, director general de la OMS, ha declarado que “las grasas trans no tienen ningún beneficio y entrañan enormes riesgos para la salud que suponen enormes costes para los sistemas sanitarios. En pocas palabras, las grasas trans son una sustancia química tóxica que mata, y no deberían tener cabida en los alimentos. Es hora de eliminarla de una vez por todas”.
En la actualidad, nueve de los 16 países con la mayor proporción estimada de muertes por cardiopatías coronarias causadas por la ingesta de grasas trans carecen de una política de buenas prácticas. Se trata de Australia, Azerbaiyán, Bután, Ecuador, Egipto, Irán, Nepal, Pakistán y República de Corea.
Las mejores prácticas en políticas de eliminación de grasas trans siguen criterios específicos establecidos por la agencia de la ONU y limitan las grasas trans producidas industrialmente en todos los entornos.