La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH), advirtió que en la actualidad cientos de miles de personas, están siendo obligadas por bandas del crimen organizado a dedicarse a la delincuencia en línea en el Sudeste Asiático, lo que incluye desde estafas de inversiones románticas y fraudes con criptomonedas hasta apuestas ilegales.
El informe titulado “Operaciones de estafa en línea y trata con fines de delincuencia forzada en el Sudeste asiático”, da a conocer que las personas víctimas de este delito “se enfrentan a una serie de graves violaciones y abusos, como amenazas a su seguridad, y muchas han sido sometidas a tortura y tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes, detención arbitraria, violencia sexual, trabajos forzados y otros abusos contra los derechos humanos”.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, aseveró que quienes son obligados a laborar bajo estas circunstancias “son víctimas. No son delincuentes”. Cabe destacar que en este escenario, figuran dos tipos de víctimas, quienes se ven obligadas a trabajar en estas operaciones y quienes pierden sus recursos al ser estafados.
Si bien, Naciones Unidas reconoce que “es difícil calcular la magnitud del tráfico de estafas en línea en el Sudeste Asiático, debido a su carácter clandestino y a las lagunas en la respuesta oficial. Fuentes fidedignas indican que al menos 120.000 personas en todo Myanmar pueden estar retenidas en situaciones en las que se ven obligadas a realizar estafas en línea, y en Camboya las estimaciones se sitúan en torno a las 100.000”.
Dentro de las propuestas que se exponen en el informe, destacan “la creación de marcos legales adecuados para hacer frente a la situación, una gobernanza de la migración basada en derechos y cooperación y coordinación entre organismos nacionales e internacionales”.