La policía de Indonesia interceptó un camión en Semarang, Isla de Java, que transportaba más de 200 perritos encadenados con destino al matadero.
Los perros, en peligro, fueron descubiertos con las piernas y la boca atadas en la caja del vehículo.
Cinco tripulantes del camión fueron arrestados y enfrentarán cargos en virtud de las normas de bienestar animal, con penas de hasta cinco años de prisión.
Aunque Indonesia permite la venta de carne de perro y gato, la oposición a esta práctica ha crecido, y algunas ciudades, incluida Semarang, han impuesto prohibiciones locales en los últimos años.
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La investigación sugiere que los perros se dirigían a Surakarta para ser sacrificados y vender su carne en Java occidental.