En el Día Mundial Sin Tabaco que se conmemora el próximo 31 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a los gobiernos a que dejen de subvencionar los cultivos de tabaco y, por el contrario, apoyen cultivos más sostenibles que puedan alimentar a millones de personas.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom, mencionó que el tabaco es responsable de ocho millones de muertes al año y, sin embargo, los gobiernos de todo el mundo gastan millones en apoyar su cultivo.
Más de 300 millones de personas en todo el mundo se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria. Mientras tanto, más de tres millones de hectáreas de tierra en más de 120 países se utilizan para cultivar el mortífero tabaco, incluso en países donde la gente se muere de hambre.
El nuevo informe de la Organización, Cultivar alimentos, no tabaco, pone de relieve los males de su cultivo y los beneficios de cambiar a plantaciones alimentarias más sostenibles, tanto para las comunidades, las economías y el medio ambiente, como para los agricultores.
En este sentido, el informe denuncia a la industria tabacalera por atrapar a los agricultores “en un círculo vicioso de endeudamiento, propagar el cultivo de tabaco exagerando sus beneficios económicos y ejercer presión a través de grupos de fachada agrícolas”.
Además, el documento señala que el cultivo de tabaco provoca enfermedades a los propios agricultores y que se calcula que más de un millón de niños trabajan en las explotaciones tabaqueras, por lo que pierden la oportunidad de recibir una educación.
Según los expertos de la Organización, este cultivo es un problema mundial. “Hasta ahora se ha centrado en Asia y Sudamérica, pero los últimos datos muestran que las tabacaleras se están expandiendo a África. Desde 2005, se ha producido un aumento de casi el 20% de las tierras de cultivo en todo el continente”.