El pasado 13 de febrero se publicó en el Diario Oficial de la Federación un Decreto (DOF) en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado, que prohíbe el uso de maíz genéticamente modificado para la masa y la tortilla, además se especifica en cuanto al uso de maíz genéticamente modificado para el forraje y la industria, que se elimina la fecha límite para prohibir su uso, quedando sujeto a que exista suficiencia en el abasto.
Tras darse a conocer la publicación del Decreto, el secretario de Agricultura estadounidense, Tom Vilsack, expresó su postura al respecto, mostrando su desconcierto ante las decisiones del Gobierno de México. Cabe mencionar que el país adquiere aproximadamente 17 millones de toneladas del grano genéticamente modificado a Estados Unidos para consumo animal.
“Estados Unidos cree y se adhiere a un sistema de comercio basado en ciencia y en normas y mantiene su compromiso de evitar perturbaciones en el comercio agrícola bilateral y daños económicos a los productores estadounidenses y mexicanos”, comentó Vilsack.
El funcionario estadounidense señaló que están revisando los detalles del nuevo Decreto, aunado a que adelantaron que tienen la intención de trabajar con la oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) para asegurar que el ·compromiso basado en la ciencia y las reglas se mantenga firme”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Maíz, Tom Haag, externó que “acelerar la prohibición de la importación de numerosos usos alimentarios convierte al TMEC en letra muerta a menos que se aplique”.