La actividad sísmica se mantiene estable cerca de Grindavík, al suroeste de Islandia, este jueves, seis días después de que fueran detectados los primeros temblores, mientras las autoridades siguen considerando altamente probable que se produzca una erupción.
Los expertos de la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO, por sus siglas en inglés) siguen con detenimiento cómo se ralentiza el flujo del magma bajo la superficie, así como el aumento de los niveles de dióxido de azufre (SO₂) en la atmósfera de los últimos días.
“Creemos que sigue existiendo una posibilidad de que haya una erupción. En las últimas erupciones vimos que es precisamente cuando ese movimiento del magma empieza a reducirse que el momento de la erupción se acerca”. indicó Kristín Jónsdóttir, líder del grupo de seguimiento de desastres naturales de la Oficina Meteorológica de Islandia.
Kristín Jónsdóttir, líder del grupo de seguimiento de desastres naturales de la Oficina Meteorológica de Islandia.
Las autoridades islandesas iniciaron esta semana la construcción de diques de protección contra la lava, de 6 a 8 metros de altura, en torno a la cercana planta eléctrica de Svartsengi y la Laguna Azul, el famoso balneario geotermal situado en la zona y cuyo cierre se ha prolongado al menos hasta el 30 de noviembre.
Los trabajos de construcción de los contenedores podrían prolongarse entre 30 y 40 días, según informó el medio digital islandés Visir.
Cabe recordar que Islandia, se ha mantenido en estado de emergencia, esto debido a que autoridades no descartan el riesgo de una gran erupción volcánica que podría ocurrir en los próximos días, incluso horas; no se puede saber con exactitud debido a que no se puede predecir si la lava llegará a la superficie, ni por dónde.
Con información de EFE.