El gobierno de Estados Unidos sopesa la posibilidad de que los últimos tres objetos derribados sobre su espacio aéreo pertenezcan al ámbito comercial o científico, dejando la hipótesis de su procedencia china en un segundo plano.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, detalló a la prensa que los servicios de inteligencia están considerando como explicación que los objetos identificados en el espacio aéreo estadunidense estén vinculados a entidades comerciales o de investigación, y que sean de naturaleza benigna.
Jean-Pierre subrayó la importancia de conseguir los restos de los objetos para analizarlos, actividad difícil en los últimos días, ya que algunos de ellos habrían caído en zonas de difícil acceso.
El portavoz de Seguridad Nacional de la presidencia, John Kirby, ya había desvinculado a Pekín de los últimos tres globos, a falta, eso sí, de analizar los restos de los artefactos. “No se puede decir de manera definitiva”, aclaró, al reiterar la importancia de encontrar los restos.