Tener los dientes blancos es el objetivo de cualquier persona. Puedes hacerte un blanqueamiento dental si consideras que necesitas rebajar unos tonos el color de tus dientes o, si ya tienes el tono deseado, el siguiente objetivo será mantenerlos blancos durante mucho tiempo.
Sabemos que con el paso del tiempo, los dientes van cambiando su color y suelen tornarse más amarillentos. Fumar o tomar ciertas bebidas como el café o el alcohol pueden, además, ser agravantes de que nuestros dientes pierdan ese color original.
Lávate los dientes a diario y con cuidado
Siempre lo decimos, pero es que es la tarea más simple y barata de contar con una buena salud bucodental. Es un seguro de vida. Cuanto mejor trates a tus dientes, más tardará en aparecer el sarro o la placa, responsables de ir desencadenando otro tipo de problemas.
También es muy importante el tipo de cepillado que realizas. Hacerlo muy fuerte no te limpiará más, así que tómatelo con calma.
Elige una buena pasta dental
Existen en el mercado numerosas pastas dentales cuyo mensaje está enfocado en el blanqueamiento de dientes. Realmente, este tipo de pastas no son blanqueadoras, son limpiadoras, al llevar un tipo de partícula más gruesa para poder pulir y eliminar las manchas de una forma más efectiva.
Nuestra recomendación es que cualquier pasta de dientes que vendan en la farmacia o parafarmacias es válida, al estar testada en laboratorios.
Limpia tu lengua
No todo depende de los dientes. Podemos decir que la lengua es la compañera de piso de tus dientes, por eso es importante mantenerla limpia. La lengua va acumulando propiedades de los alimentos que vamos ingiriendo a lo largo del día.
Para poder hacer un buen limpiado, existen raspadores de lengua que te ayudarán a eliminar la placa acumulada. Estos limpiadores los encontrarás en tu farmacia habitual.
Hilo o seda dental
Muchas veces es el gran olvidado y ayuda mucho a llegar a las zonas donde el cepillado no llega. A esos recovecos y zonas más complicadas de acceder, llegará el hilo dental. Incorpora el hilo dental en tu rutina de limpieza y verás cómo notas la diferencia y mayor frescor en tu boca.
Estrena cepillo de dientes cada 2 meses
¡Tira tu cepillo! No lo dejes en el olvido, pues contiene innumerables bacterias acumuladas de todas las limpiezas que has ido realizando. Es el responsable de hacer que la limpieza dental sea la adecuada, por lo que no puede convertirse en el principal foco de infecciones.