Existe una amplia variedad de productos y herramientas para tener un cabello increíble, desde tintes, planchas o rizadoras capaces de transformarlo por completo. Sin embargo, a la larga lo perjudican, en especial si no lo cuidas con los tratamientos adecuados.
El daño por calor o por tinte es muy común, a todas nos ha pasado, y la mayoría de las veces se soluciona con acondicionadores, aceites y champús especiales; en otras, la única alternativa es cortarlo. ¿Cómo saber si alcanzaste este punto?
1. Últimamente estás optando por peinados sencillos, como una cola de caballo, pues es más difícil peinarlo. Si notas que se enreda mucho, podría estar dañado. Acude a tu estilista para una valoración.
2. Existen algunos tratamientos capaces de ayudarte, pero la solución definitiva para las puntas abiertas es hacer un despunte cada seis u ocho semanas, o incluso tres o cuatro meses. Atiéndelas tan pronto puedas, de lo contrario subirán y deberás cortar más.
3. Al peinarte, ¿ves cabellos pequeños en tu cepillo? Significa que se está quebrando. Esto se debe al calor, químicos, exposición al sol o incluso a problemas hormonales o en tu dieta. Ve con tu estilista, o con tu médico, y consume alimentos ricos en omega 3.
4.- ¿Te ha pasado que recién te aplicaste tu tinte y a los pocos días desapareció casi por completo? Puede ser una señal de daño, pues tus cutículas ya no son capaces de mantenerlo. Para evitarlo, retoca solamente el crecimiento y no hasta las puntas.
5.- Pasa tu mano por tu pelo, ¿se electrificó? Entonces es posible que la plancha y la rizadora lo estén lastimando. Aplica protectores de calor, limita el uso de estas herramientas e hidrátalo con un acondicionador.