Para dormir rápido es importante relajarse para facilitar el sueño, mediante el control de la respiración, la relajación de los músculos y la distracción de la mente. Además, también es posible escuchar música relajante y tomar alguna bebida caliente, como el té de manzanilla, que estimula la melatonina, una hormona que contribuye a la regulación del sueño.
Asimismo, es indispensable que la habitación posea una iluminación y una temperatura adecuadas que permitan conciliar el sueño, y que no haya ruidos que puedan incomodar y perturbar a la persona a la hora de dormir.
Una respiración lenta y más profunda ayuda a que el cuerpo se relaje y disminuyan los latidos del corazón, haciendo que el cerebro entienda que es el momento de reducir el ritmo diario, favoreciendo una rápida conciliación del sueño.
El estrés y la ansiedad hacen que los músculos se mantengan contraídos, incluso sin que nos demos cuenta de ello. Por lo que una gran forma de relajarse para conciliar el sueño más rápido es practicar una técnica de relajación muscular.
Una causa importante del insomnio es el exceso de preocupaciones y pensamientos, lo que genera cada vez más ansiedad y, como consecuencia, el estado de alerta. Para evitar esto, es posible encontrar formas de conducir la mente hacia otros tipos de pensamientos, facilitando la relajación y el sueño.
Colocar una música relajante o sonidos suaves que ayuden a mantener la tranquilidad y la calma pueden ser una buena alternativa para dormirse más rápido.
Se puede hacer una pequeña merienda o tomar una bebida caliente o relajante antes de dormir. Algunas opciones pueden ser un vaso de leche caliente con miel o con una galleta dulce, cerezas con leche de arroz, o un té de manzanilla o toronjil, por ejemplo, que aumentan los niveles de triptófano o melatonina, hormonas que ayudan a regular el sueño.
Además de esto, hay algunos suplementos naturales como la melatonina o la valeriana, que también son útiles para mejorar y regular el sueño.