La meditación brinda numerosos beneficios para la salud, como reducir la ansiedad y el estrés, mejorar la presión arterial y aumentar la concentración. Por esta razón, se ha practicado cada vez más, pues la mayor parte de los ejercicios pueden ser realizados en cualquier lugar y en cualquier momento, sin necesidad de invertir en equipamientos.
Es importante que la práctica de la meditación sea guiada por un profesional en la materia, ya que realizar una mala meditación puede ocasionar un efecto contrario al esperando, causando sentimientos de frustración, ansiedad y estrés. Actualmente existen aplicaciones, videos en internet, clases o cursos que enseñan a la persona a hacer meditación de la mejor manera posible.
La meditación, especialmente los ejercicios de mindfulness, contribuyen a disminuir el estrés y las enfermedades relacionadas con el exceso de estrés, pues este tipo de meditación permite que la persona se relaje, sin enfocar su atención en el pasado o en preocupaciones relacionadas con el futuro.
La práctica regular de meditación contribuye a disminuir los pensamientos negativos y el estrés y la ansiedad del día a día, haciendo que la persona se relaje y se sienta más plena, evitando que se acueste a dormir con pensamientos negativos, lo que a su vez ayuda a conciliar el sueño y mejora la calidad del mismo.
La meditación, aparte de contribuir a reducir el estrés, también aumenta la atención ante actividades que se realizan a diario, tornándolas más satisfactorias e intensas, debido a que la persona se encuentra más plena y realizada, lo que la hace disfrutar más del presente. Además, varios estudios indican que la meditación también ayuda a controlar la depresión, haciendo que la persona tenga una visión más optimista de la vida.
La práctica de ejercicios de meditación permite que la persona se conozca cada vez más, puesto que la misma dedica más tiempo para ella, lo que le permite concentrarse más en sus pensamientos y actitudes, cuestionarlos y entender sus motivaciones.
La meditación ayuda al aumento de la concentración y al autoconocimiento de las habilidades y de las limitaciones del individuo, lo que contribuye al bienestar y la calidad de vida en el trabajo, mejorando así la productividad.
La realización de ejercicios de meditación contribuye a normalizar la presión arterial, no solo mientras los ejercicios son llevados a cabo, sino también en el día a día, mediante la práctica frecuente de meditación.