Las velitas de cebo son parte esencial del mes de noviembre, la tradición resalta que la luz de las velas guía a las almas de los difuntos a los altares en las casas, sin embargó, detrás de estas, hay un trabajo que peligra por el incremento en los precios de la materia prima.
Ausencio de la O Peralta desde hace 25 años a partir de principios de octubre comienza la producción de la velitas de cebo, la cual ha bajado a diferencia de otros tiempo, revela que la parafina, unos de los elementos importantes para la elaboración de la velas, el año pasado tenía un valor de 1200 pesos, este año cuesta 1700, el pavilo, el cual es el hilo utilizado como base de 20 subió a 28 pesos, así como el papel utilizado para envolverlas, sumado a la falta de material.
Esto causa que el precio de la velitas de cebo incremente aún a mayoreo, donde el año pasado se vendían a de entre 6 a 7 pesos, ahora su precios oscila entre 11 y 12 pesos
Don Chon como lo conocen, recuerda que anteriormente utilizaban de 18 a 15 tambos de cebo para la elaboración de las velitas, actualmente solo se hacen 8 para toda la temporada, lo que también provocó que se redujera el número de personas que lo apoyaban con esta tarea.
Lamenta además que la principal materia, el cebo de res, está escaseando ya que es utilizado ahora para la elaboración de alimento, continuando con esta tradición familiar hasta que Dios les de fuerza y continúen consiguiendo el material.
La elaboración de las velitas de cebo es un proceso que comienza con la recolección del cebo de res, el cual se fríe y se recolecta, trabajo que inicia de 2 de la mañana a 6 de la tarde, por lo que es de resaltar, que detrás de la luz que guía a nuestro difuntos hay manos que a pesar de la difícil situación buscan continuar con la tradición mexicana.