Después de que los agremiados a la línea Coatlanes Costa de camionetas tipo urvan que circularán por la autopista Barranca Larga-Ventanilla, decidirán impedir el paso a otros transportistas argumentando que esta vía está en su territorio, los afectados como Líneas Unidas y otras organizaciones, instalaron filtros en inmediaciones del crucero del aeropuerto de la capital oaxaqueña y en Santa María Colotepec, para impedir la llegada de los integrantes de la nueva organización.
Tal y como les hicieron en inmediaciones de donde se instalará la primer caseta de cobro, en donde bajaron el pasaje y obligaron a las unidades de motor a regresar, así también les aplicaron las medidas a los dueños de urvans de las región de los Coatlanes.
Los transportistas argumentaron que todas las personas que se dedican a esta actividad deberían circular sin problema en la nueva carretera, ya que estas no son propiedad de nadie, lo cual está amparado en la Constitución.
Indicaron que no se deberían tener situaciones de este tipo, ya que quienes deben decidir en qué línea van a viajar son los usuarios, y mientras se tenga variedad en el servicio, se tendrán mejores condiciones.
Lamentaron que el grupo de conductores que pertenecen a las comunidades por donde pasa el trazo de la nueva carretera, hayan asumido esta actitud, cuando deberían estar abiertos a la sana competencia y a que ahora se tienen nuevas y mejores condiciones con la autopista.
Por ello, decidieron aplicarles la misma acción para que reflexionen, y para que se sienten en una mesa de diálogo con las autoridades federales y estatales para que se resuelvan las diferencias y no se tengan más complicaciones.
Durante la acción detuvieron al menos a dos camionetas tipo urvan que salieron de la Costa con destino a la capital oaxaqueña, bajaron el pasaje y los obligaron a regresar a sus localidades.
Lo mismo sucedió con unidades de viajeros de esta ciudad hacia Puerto Escondido, en donde se les impidió llegar hasta ese destino turístico.
Para lograr su objetivo, fueron respaldados con camiones tipo volteo, taxis y hasta mototaxis con los que les cerraron el paso a las unidades de motor, para manifestarles las condiciones que se tenían.
Después de unas horas de permanecer en esta actitud que se volvió tensa, los filtros fueron retirados, y los grupos fueron llamados a dialogar, en donde se esperaba la intervención de las autoridades federales, las cuales son las encargadas de otorgar los permisos para ofrecer el servicio de traslado de pasajeros.