Carlos Rosales | Diario de Chiapas
El consumo de bebidas alcohólicas adulteradas representa un grave riesgo para la salud de la ciudadanía. Por esta razón, se llevan a cabo operativos constantes para recoger botellas y supervisar que los establecimientos no las vendan, según informó Roberto Mijangos Nucamendi, director de Verificaciones y Clausuras del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez.
Mijangos Nucamendi señaló que este problema se considera una seria cuestión de salud pública debido a la alta toxicidad y mortalidad asociada a estas bebidas adulteradas. En la edición pasada, se destruyeron alrededor de 40 mil botellas, pero no se encontraron rastros de alcohol adulterado.
“En los últimos años, hemos observado una leve disminución en los informes sobre la venta de alcohol adulterado en la capital chiapaneca. Sin embargo, también realizamos campañas de concienciación para reducir este problema”, añadió.
Asimismo, comentó que hasta el momento de este año, no han detectado la presencia de alcohol adulterado durante los operativos realizados en diversos tipos de establecimientos, como restaurantes, bares diurnos o nocturnos y antros.
“Es de suma importancia que la población tome conciencia de la no venta de alcohol adulterado, ya que esto puede acarrear graves problemas de salud para los consumidores”, concluyó.