En el pintoresco municipio de Tlalixtac de Cabrera, Oaxaca, una tradición arraigada se prepara para cumplir su 49º año de existencia: la representación de la Pasión de Cristo. Desde hace casi medio siglo, un grupo de jóvenes voluntarios se reúne para llevar a cabo esta emotiva interpretación teatral como parte de las festividades de la Semana Santa.
Desde su primera presentación hace 48 años, la Pasión de Cristo en Tlalixtac de Cabrera ha sido un evento central en la agenda cultural y religiosa del municipio, atrayendo a visitantes locales y foráneos por igual. Este año, con la proximidad de la Semana Santa, los jóvenes voluntarios han comenzado sus ensayos para la 49ª representación, comprometidos a mantener viva esta tradición tan significativa para la comunidad.
La representación de la Pasión de Cristo en Tlalixtac de Cabrera no solo es un evento teatral, sino un acto de fe y devoción para quienes participan en ella y para aquellos que la presencian. Los ensayos implican semanas de preparación meticulosa, donde los voluntarios perfeccionan sus actuaciones y se sumergen en la historia bíblica que están a punto de representar.
“Es un honor para nosotros continuar con esta tradición que ha sido parte de la identidad de nuestro pueblo durante tanto tiempo”, expresó María López, una de las jóvenes voluntarias. “Es un momento de reflexión y espiritualidad para todos nosotros, así como una oportunidad para compartir nuestra fe con los demás”.
Cada año, la representación de la Pasión de Cristo en Tlalixtac de Cabrera atrae a cientos de espectadores, quienes se congregan para presenciar el relato del sacrificio de Jesús. La atención al detalle y la pasión con la que los jóvenes voluntarios interpretan sus papeles hacen que la experiencia sea profundamente conmovedora para todos los presentes.
Con el apoyo de la comunidad y el compromiso de los jóvenes voluntarios, la 49ª representación de la Pasión de Cristo en Tlalixtac de Cabrera promete ser un evento memorable, continuando así con una tradición que ha perdurado a lo largo de las décadas y que sigue siendo un punto culminante en las celebraciones de Semana Santa en la región.