En un ambiente impregnado de fervor y devoción, la ciudad de Oaxaca se prepara para celebrar la festividad anual en honor a la Virgen de la Soledad, patrona de Oaxaca y venerada en todo México. Cada 18 de diciembre, los fieles se congregan desde las primeras luces del día en la majestuosa Basílica de Nuestra Señora de la Soledad para rendir homenaje a la protectora de los oaxaqueños.
Para los oaxaqueños, la Virgen de la Soledad representa no solo un símbolo religioso, sino también un lazo que une a la comunidad en momentos de alegría y dificultad. La festividad del 18 de diciembre es, por tanto, una expresión de gratitud, esperanza y amor hacia la patrona que guía y protege a todos sus devotos.
La Virgen de la Soledad, venerada en toda la nación, ocupa un lugar central en el corazón de los oaxaqueños. Su imagen, que se encuentra en la basílica, se viste con mantos suntuosos y adornos florales, reflejando el profundo respeto y amor que la comunidad le profesa.
Es así como la festividad comienza con las tradicionales mañanitas, marcando el inicio de una jornada llena de espiritualidad y celebración. Fieles de todas las edades se dan cita en la imponente basílica, un lugar sagrado que se convierte en el epicentro de la devoción durante este día especial.