Marco Alvarado | Diario de Chiapas
De acuerdo con estimaciones de la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias en Chiapas, en el último año más de 100 mil menores han sido afectados por los desplazamientos forzados en los municipios de la Sierra y en la región Selva.
Organización que consideró al 2023 como el año más violento para las infancias y adolescencias en la entidad, como resultado de las disputas entre grupos criminales. En varias localidades de la entidad los menores de edad se enfrentan al reclutamiento forzado, las desapariciones y homicidios.
Mismas regiones en las que se ha “normalizado” el cobro de piso, los ataques armados, la quema de vehículos, cortes de agua y luz. Más grave, es que estos menores, al igual que la población adulta, son forzados a participar en los actos criminales.
La red señala que localidades como Amatenango de la Frontera, Bejucal, Bella Vista, Chicomuselo, El Porvenir, Frontera Comalapa, La Grandeza, Honduras de la Sierra, Las Margaritas, Mazapa, Motozintla y Siltepec, perdieron las condiciones para que los menores reciban clases, por ejemplo.Sólo en estas localidades, estiman que más de 100 mil alumnos dejaron de recibir clases, en una región del estado en donde la asistencia se ubica en un 70 por ciento, entre los tres y 17 años de edad.
Mientras que en la región Selva, en las comunidades de Lacanjá Chansayab, Nueva Palestina, Santo Domingo y San Javier, más de nueve mil niñas, niños y adolescentes están siendo afectados por la violencia imperante en dichos territorios.
A estas estimaciones se suma el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, que alertó sobre el desplazamiento forzado que inició el pasado 15 de enero, en los municipios de Chicomuselo, Socoltenango y la Concordia, en donde más de dos mil personas tuvieron que abandonar de manera intempestiva sus hogares.
A lo que se suma la violencia que se desarrolla en los municipios de Pantelhó, Chenalhó, San Cristóbal de las Casas, Altamirano, Tila y Ocozocoautla.