Según las últimas estadísticas nacionales sobre incendios forestales, hasta el 21 de marzo del presente año, el estado de Oaxaca se encuentra en el centro de una preocupante crisis ambiental. Con un total de 52 incendios registrados, la entidad se posiciona como la segunda más afectada a nivel nacional en términos de superficie dañada.
Los datos revelan que, en conjunto, estos incendios han arrasado con un total de cinco mil 470 hectáreas, abarcando tanto áreas forestales como pastizales. En detalle, se contabilizan 66 incendios forestales que han afectado 5,310 hectáreas, y 17 incendios de pastizales que han consumido 160 hectáreas de terreno.
El mes de febrero ha sido particularmente devastador, con un total de 3,431 hectáreas consumidas por las llamas. Esta situación ha generado una preocupación considerable, especialmente en las regiones de los Valles Centrales y la Mixteca, donde se ha concentrado la mayor incidencia de incendios.
En los Valles Centrales, se han reportado 19 incendios forestales y 16 de pastizales, mientras que en la Mixteca se contabilizan 18 incendios forestales. El 90% de estos incendios se atribuyen a causas desconocidas, que suelen estar relacionadas con actividades humanas como el descuido de colillas de cigarros, prácticas agrícolas y pecuarias, quema de basura y fogatas.
Ante esta emergencia ambiental, las autoridades han intensificado sus esfuerzos en la prevención y combate de incendios forestales. Se ha procedido a la instalación de Subcomités Regionales de Prevención y Combate de Incendios Forestales, así como de Consejos Municipales de Protección Civil, con el objetivo de coordinar acciones efectivas para mitigar el impacto de estos desastres naturales y proteger el invaluable patrimonio ambiental de Oaxaca.
La población local también se ha sumado a estas iniciativas, siendo crucial su participación en la adopción de prácticas responsables y en la denuncia de actividades que puedan desencadenar incendios forestales. Solo a través de un esfuerzo conjunto y coordinado será posible preservar los recursos naturales de Oaxaca y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.