La colombiana fue acusada ante las leyes de España por evasión de impuestos.
Shakira acudió personalmente ante autoridades españolas luego de ser acusada de fraude fiscal por evasión de impuestos.
El tribunal que la mandó a llamar le preguntó a la colombiana que si reconocía la culpa de no haber pagado los impuestos españoles en 2012, 2013 y 2014, además de un fraude en el ejercicio fiscal del 2018, y un caso no resuelto con la Hacienda Española, todavía más antiguo, del año 2011. Las acusaciones superpuestas se resumen en una deuda millonaria, por la cual el Ministerio público exigía una condena de 8 años en la cárcel para Shakira. Cuando se le inquirió si era culpable, Shakira no titubeó y aceptó su culpabilidad.
Fue un acuerdo de emergencia, en el que la cantante se comprometió a un pago de más de siete millones de euros, que corresponde al 50% total del fraude, y una posible estadía en prisión de tres años, que puede evitarse pagando otra sanción económica.
Una vez terminada la sesión de penitencia, Shakira abandonó el edificio sin dar declaraciones a la prensa congregada, y aún con la incertidumbre no resuelta de los posibles tres años en prisión.
Fue a través de sus redes sociales y de un comunicado que la cantante explicó las razones que la llevaron a declararse culpable, afirmando que estaban en juego su carrera y sus hijos, y demasiados años innecesarios de procesos judiciales.
Desde abril de este año, Shakira vive con sus hijos en Miami, lejos de la ciudad de nostalgias amargas de Barcelona, donde el amor que una vez fue un sueño se quedó reducido a algo menor que la esperanza.