Tras su fallecimiento este fin de semana, Ignacio López Tarso fue homenajeado en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, donde su trabajo fue reconocido por decenas de personas, entre quienes se incluyó su familia, personajes del entretenimiento, políticos y autoridades culturales. Su cuerpo arribó al recinto cultural cerca de las 18:50 del domingo.
“Gracias por aceptar este homenaje en el principal reciento cultural de México. Hoy despedimos a un gigante. Querido maestro, nos hizo creer que era inmortal. Este mismo reciento no había sido inaugurado cuando usted vio la luz por primera vez”, expresó la secretaria de Cultura del Gobierno federal, Alejandra Frausto.
En compañía de histriones como Ana Martin, Sergio Corona y Salvador Garcini, se pronunciaron palabras de despedida al artista.
“Buenas noches, dulce príncipe, y que el vuelo de los ángeles arrulle tu descanso”, expresó Tina French, citando a Shakespeare.
“Mi abuelo nunca hablaba de la muerte. Y no era que le tuviera miedo, es que le gustaba demasiado vivir. Y vivió mucho y bien”, dijo Mariana López, su nieta. “No era que le tuviera miedo a la muerte, era que no concebía dejar de vivir en sus términos”, compartió
A decir verdad dijo, “A mi abuelo, nunca le entusiasmó un homenaje en vida porque anticipaba un cierre que no estaba dispuesto a conceder. Por eso, a pesar de sus 98 años, nos costó trabajo ver venir esto. Todavía hace unos días, su mayor preocupación era ver cómo engañaba a los médicos para salir a tiempo para su siguiente llamado y su siguiente domingo con nosotros”
Así pues, continuó “El inevitable curso de la vida nos ganó la partida, pero nos quedamos con uno de sus mandatos: honrar su memoria cada domingo en la intimidad de nuestra familia; el otro, el legado de su trabajo se queda en todos los mexicanos”, finalizó su nieta.
El cuerpo fue retirado en punto de las 20:00 horas para ser regresado a la funeraria en el Pedregal, donde permaneció toda la noche.
Posteriormente, a las 11:00 am. del lunes , se llevó a cabo un segundo homenaje de cuerpo presente en el Teatro San Jerónimo; lugar entrañable donde hizo su última presentación con la obra ” Un Picasso” y donde fue despedido con mucho cariño por su público, su familia y celebridades para después partir y ser cremado.