La economía de las energías limpias y renovables está ganando terreno, pero es necesario redoblar los esfuerzos para alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2050.
El informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) “Tracking Clean Energy Progress” señala que sólo los vehículos eléctricos y la iluminación avanzan con la suficiente rapidez en 2021, pero que hay signos positivos en las energías renovables, las bombas de calor y otros ámbitos.
A pesar de los alentadores signos de progreso en varios sectores, se necesitan mayores esfuerzos para que el mundo esté en camino de alcanzar las emisiones netas cero a mediados de siglo, según la última evaluación de la AIE sobre el progreso global de las tecnologías de energía limpia.
La actualización anual Tracking Clean Energy Progress (TCEP) evalúa 55 componentes del sistema energético -sectores, tecnologías, infraestructuras y estrategias transversales de mitigación de CO2- y valora sus progresos en 2021 para alcanzar los hitos clave a medio plazo para el final de esta década que se establecen en el camino de la AIE hacia las emisiones netas cero para 2050. El análisis del TCEP está disponible como un recurso integral en línea en el sitio web de la AIE.
Los recientes avances tecnológicos y las medidas políticas sugieren que el impulso se está acelerando en algunas regiones y sectores importantes. Las primeras estimaciones apuntan a que 2022 será un año récord en cuanto a aumento de la capacidad eléctrica renovable, con un incremento de unos 340 gigavatios, aproximadamente igual a toda la capacidad eléctrica instalada en Japón.
China representa aproximadamente la mitad de esas adiciones. También se espera que este año se produzca otro máximo histórico en las ventas de vehículos eléctricos, elevándolas al 13% del total de ventas de vehículos ligeros en todo el mundo. Los proyectos de hidrógeno y las instalaciones de captura y almacenamiento de carbono siguen creciendo, y el año pasado se registró un récord de ventas de bombas de calor.
El año pasado, un proyecto piloto utilizó el hidrógeno para producir acero totalmente libre de fósiles, y el año que viene se iniciará la primera producción comercial de baterías de iones de sodio sin litio.
“Hay más indicios que nunca de que la nueva economía energética mundial está avanzando con fuerza”, dijo el Director Ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. “Esto reafirma mi creencia de que la actual crisis energética mundial puede ser un punto de inflexión hacia un sistema energético más limpio, asequible y seguro”. Pero este nuevo análisis de la AIE muestra la necesidad de realizar esfuerzos mayores y sostenidos en toda una serie de tecnologías y sectores para garantizar que el mundo pueda cumplir sus objetivos energéticos y climáticos.”
En el ámbito político, la histórica Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos -promulgada en agosto- aporta 370 mil millones de dólares en inversiones en seguridad energética y cambio climático, dando un impulso a una enorme gama de tecnologías de energía limpia, desde la solar, la eólica y los vehículos eléctricos hasta la captura de carbono y el hidrógeno.
Las transiciones energéticas limpias requerirán una diversidad de tecnologías y combustibles en todas las partes del sistema energético, lo que exige paquetes políticos amplios y ambiciosos que apoyen adecuadamente las transiciones en todos los sectores, según muestra el análisis del TCEP. La década actual es un momento crítico para sentar unas bases sólidas que permitan alcanzar los objetivos a largo plazo.