El encendedor es un objeto común en la vida diaria, y aunque en la actualidad existen diferentes tipos deencendedores, su origen se remonta a la antigüedad. Pero, ¿de dónde viene el encendedor?
Antes debemos saber que el primer método para crear fuego fue mediante la fricción de dos materiales, como la madera, que generaban chispas.
Con el tiempo, se descubrieron otras formas de generar fuego, como la utilización de lentes y espejos para concentrar la luz solar y producir un rayo capaz de encender un fuego.
Fue hasta el siglo XIX cuando se desarrolló el primer encendedor moderno. En 1823, el químico alemán Johann Wolfgang Döbereiner inventó el “encendedor Döbereiner”, que utilizaba una reacción química para producir fuego.
Este encendedor contenía una pequeña cantidad de hidrógeno y platino, y cuando se mezclaban con aire, generaban una llama.
El encendedor Döbereiner fue el precursor del encendedor de gas, que se popularizó en la década de 1920.
Este tipo de encendedor contenía gas butano y un sistema de chispa para producir una llama. Fue muy popular hasta la década de 1970, cuando se empezaron a utilizar encendedores desechables.
El primer encendedor desechable fue el “encendedor descartable de bolsillo” patentado por la compañía estadounidense Scripto en 1972. Este encendedor estaba hecho de plástico y metal, y contenía gas butano. Al terminarse el gas, se podía desechar y reemplazar por otro.
Con el paso del tiempo, se han desarrollado otros tipos de encendedores, como los eléctricos y los recargables. Actualmente, existen encendedores de diferentes formas y tamaños, diseñados para satisfacer las necesidades de cada persona.
En conclusión, el origen de los encendedores se remonta a la antigüedad, cuando se utilizaban diferentes métodos para generar fuego.
Con el paso del tiempo, se han desarrollado diferentes tipos de encendedores, desde el “encendedor Döbereiner” hasta los encendedores desechables y recargables. Hoy en día, los encendedores son una herramienta común en la vida diaria y están diseñados para satisfacer las necesidades de cada persona.