Durante el enfrentamiento entre los Golden State Warriors y los Phoenix Suns, la atención se desvió del juego hacia un incidente polémico protagonizado por Draymond Green. En un lance aparentemente común, Green y Jusuf Nurkic se enfrascaron en una disputa por la posición en la pintura. Sin embargo, la situación se intensificó cuando, en medio del forcejeo, Green propinó un golpe al rostro de Nurkic.
El golpe resultó en la expulsión inmediata de Green, tras una revisión en video que determinó una falta flagrante tipo 2. Este evento, aunque no es el primero en la carrera de Green, ha avivado las críticas hacia el jugador por su historial de jugadas agresivas y controvertidas en la cancha. A pesar de sus logros como parte integral del tridente que llevó a los Warriors a obtener múltiples campeonatos de la NBA entre 2015 y 2022, las acciones imprudentes de Green han empañado su legado, siendo constantemente señalado como un jugador propenso a comportamientos antideportivos y agresivos.