La compañía estadounidense Astrobotic, encargada del módulo Peregrine, trabajó con la NASA para el retorno de la nave tras su fallida misión lunar.
El módulo de aterrizaje lunar Peregrine se incendió al entrar a la atmósfera terrestre y cayó sobre el Océano Pacífico, 10 días después de su lanzamiento y de fallar en su camino hacia la Luna, informó un funcionario de la agencia espacial estadounidense NASA.
Se espera que pocos o ningún resto de Peregrine sobrevivan intactos en la superficie del océano.
La compañía estadounidense Astrobotic, encargada del módulo, dijo con antelación que estaba trabajando con la NASA para que el retorno de la nave, de 1.9 metros de alto y 2.5 metros de ancho, no representara un problema de escombros o de seguridad.
La Misión Peregrine Uno fue lanzada el pasado 8 de enero con éxito en el nuevo y poderoso cohete Vulcan Centaur de United Launch Alliance desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, Florida, pero a las pocas horas empezó a perder energía.
A pesar de que los ingenieros de Astrobotic trabajaron para salvar la misión, la nave se quedó sin energía para llegar a la superficie lunar y convertirse en la primera nave estadounidense en alunizar desde 1972.
La estrategia de regreso incluyó quemar el motor principal para minimizar el riesgo de que los escombros llegaran a la superficie terrestre.
El módulo, que iba a realizar el primer aterrizaje robótico lunar comercial estadounidense, incluía una veintena de cargas de clientes que incluyen a la propia NASA, con cinco de ellas para estudiar la superficie, la atmósfera y el entorno de radiación de la Luna.
La próxima misión del programa se prevé para febrero sobre un cohete SpaceX Falcon 9.