Autoridades de Francia señalaron a Google por no respetar 4 de los 7 puntos que se habían fijado en el acuerdo con los medios.
La Autoridad de la Competencia de Francia anunció que impuso una multa a Google de 250 millones de euros, en el caso sobre la remuneración de los contenidos de los medios, ya que considera que en realidad no había voluntad del gigante estadounidense para negociar con éstos.
En su decisión, la Autoridad de la Competencia reprocha a Google haber incumplido el compromiso que asumió en junio de 2021, y en concreto por no haber respetado cuatro de los siete puntos que se habían fijado entonces en el acuerdo entre las dos partes.
Sobre todo, recuerda que la compañía de internet se había beneficiado entonces del procedimiento de la transacción, que implicaba no cuestionar los hechos que se le reprochaban, e incluso había propuesto una serie de medidas correctivas para responder a algunos reproches.
Para el organismo regulador francés, Google ha incumplido en primer lugar las obligaciones que tenía de llevar a cabo negociaciones con los medios de buena fe, sobre la base de criterios transparentes, objetivos y no discriminatorios.
Tampoco ha respetado el imperativo de transmitir a los editores o a las agencias de prensa las informaciones necesarias para una evaluación transparente de su remuneración por los derechos afines.
Ni el de tomar las medidas necesarias para evitar que las negociaciones afecten a las relaciones económicas que tiene con esos editores y con las agencias de prensa.
La Autoridad de la Competencia también critica a Google la utilización que ha hecho de su servicio de inteligencia artificial Bard, lanzado en julio de 2023. En primer lugar, porque ha utilizado los contenidos de los medios para entrenar esa inteligencia artificial, y eso sin advertir a los medios ni a la propia autoridad.
En definitiva, el objetivo era diseñar un marco, en favor de la prensa, sobre el reparto de la remuneración por sus contenidos teniendo en cuenta las grandes mutaciones del sector, en particular por el incremento de las audiencias digitales, que se están comiendo a los lectores de prensa de papel, y porque son esas plataformas digitales las que captan buena parte de la publicidad en línea.