Según datos del INE, el 70 por ciento de los niños de entre 10 y 15 años ya disponen de un dispositivo móvil, un porcentaje que aumenta a más del 95 por ciento entre los que ya han cumplido los 15 años.
Comprar a un niño su primer smartphone puede suponer un problema para sus padres, ya que, además de fijarse en las especificaciones técnicas del dispositivo, deben tener en cuenta factores determinantes como la privacidad que este ofrezca, la durabilidad de su batería y la resistencia del propio aparato.
Según datos del INE, el 70 por ciento de los niños de entre 10 y 15 años ya disponen de un dispositivo móvil, un porcentaje que aumenta a más del 95 por ciento entre los que ya han cumplido los 15 años.
La firma tecnológica ‘Oppo’ señala que fomentan las habilidades digitales y la creatividad, además de proporcionar diferentes opciones de entretenimiento, como juegos educativos, pódcast y libros electrónicos.
Desde Oppo destacan la importancia de que el móvil cuenten con herramientas para un control parental sólido, que incluya opciones como la limitación del tiempo de pantalla o la restricción de contenido inapropiado.
Por otro lado, conviene que tenga una pantalla que sea cómoda de usar y sea segura para la salud ocular de los menores, y que cuenten con gran calidad de audio para poder disfrutar de contenidos y aplicaciones al máximo nivel.
Debido a que los niños son generalmente descuidados, es interesante escoger un dispositivo resistente, con una funda protectora para que aguante golpes y caídas fatales.
Además de cuidar el ‘hardware’, es aconsejable tener muy presente el ámbito de la ciberseguridad, contando con un antivirus y un ‘antimalware’, así como enseñar a los menores sobre la importancia de la privacidad ‘online’ y cómo proteger sus datos personales.
Para terminar, nunca está de más mantener una comunicación abierta con los menores sobre el uso responsable de los móviles y establecer reglas claras sobre su uso desde el principio.