Llamado “Coprolito de Lloyds Bank” es un excremento humano gigante, que se remonta al siglo IX y, los estudios han sugerido que perteneció a un vikingo.
Mide 20×5 cm y en los registros, no existe excremento más grande que el expulsado por este vikingo.
Los coprolitos son restos fecales que han sufrido el proceso de fosilización. Estas heces tienen la capacidad de fosilizarse cuando presentan altos contenidos en materia inorgánica, esencialmente fases fosfáticas procedentes de huesos de vertebrados.
Se ha podido descubrir que el excremento se deriva de una dieta principalmente de carne y pan y perteneció a un hombre que no estaba del todo bien de su estómago ya que estaba plagado de lombrices intestinales.
Así pues, este vestigio prácticamente petrificado se exhibe actualmente en el museo DIG, que pertenece al Centro Vikingo de Jorvik, en York.