En México, hay alrededor de 2.3 millones de menores en situación de calle, quienes no reciben ningún apoyo social o un programa de atención por parte del gobierno; aunque existe el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) no hay un trabajo para atender a este sector vulnerable.
Sociedad y gobierno conocen el problema de los niños en situación de calle, saben que se deriva de la desintegración familiar, la pobreza, la trata de personas y la explotación infantil, pero no hay un programa activo que ayude a rescatarlos de los riesgos a los que están sujetos, sino más bien voltean la vista hacia un lado.
Estudios de diversas asociaciones demuestran que los niños en esta condición son aquellos menores de 18 años que tienen vínculos familiares débiles o inexistentes, que hacen de la calle su hábitat principal y desarrollan en ella estrategias de supervivencia, hecho que los expone a distintos tipos de riesgos.
En el marco del Día Internacional de los Niños de la Calle, la defensora en derechos humanos, Cecilia Isaguirre, mencionó que expresar la situación de este sector vulnerable, es una manera de denunciar el entorno al que se enfrentan millones de niños en todo el mundo y donde se vulneran sus derechos.
Mencionó que en Tapachula hay niños en situación de calle que, provienen de la migración y son personas que se han quedado solas, y otras son las que ya están establecidas en la ciudad, pero en los dos casos se exponen a los peligros de las calles y enfrentan un ambiente hostil.
Enfatizó que los tres niveles de gobierno cuentan con mecanismos que se dedican a la protección de la niñez, pero a veces quienes encabezan estas instituciones, no tienen el conocimiento de cómo brindarle esa protección, tal como fue la creación del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), quien nadie sabe a ciencia cierta, cuál es la labor que desempeña.
De acuerdo a información del Senado de la República, las entidades que encabezan el problema de los niños en situación de calle son la Ciudad de México, Jalisco, Estado de México y Nuevo León; sin embargo, la mayoría de ellos provienen de Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero.
Cecilia Isaguirre puntualizó que, todos los niños y niñas a deben gozar de derechos fundamentales como derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo; derecho a la educación, derecho a la alimentación, derecho a la protección, derecho a la identidad, derecho al juego, derecho a tener una familia, entre otras, pero en la práctica todos los niños de la calle la carecen.