De acuerdo a testimonios de productores agrícolas de la región soconusco, el campo envejece rápidamente sin tener un relevo generacional.
Canal 13 recopiló el testimonio de productores de diferentes cultivos, quienes coincidieron que existen un acentuado desinterés en la agricultura de las nuevas generaciones, debido a la reestructuración en el sector y la escasez de oportunidades laborales, de vivienda y servicios en zonas rurales; lo que conlleva a movimientos migratorios hacia zonas urbanas, otras entidades federativas o a Estados Unidos y Canadá.
“En primera instancia, los jóvenes que residen en el campo eligen trabajar en áreas urbanas cercanas a sus comunidades y no dedicarse a las tierras que heredan de padres o abuelos, porque trabajar en el campo es muy pesado; por ejemplo, mis 2 hijos se graduaron y trabajan en la ciudad”.
Arturo Jiménez / Productor de Cacao de Huixtla.
De acuerdo al estudio más reciente realizado en México, por la Secretaría de Agricultura y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el promedio de edad en las poblaciones rurales que se dedica al trabajo en las parcelas, oscila entre los 60 y 75 años; lo cual disminuye la capacidad física para la generación de alimentos.
Se debe incentivar a las nuevas generaciones.
Carlos Enrique Méndez, presidente de la Asociación APROCODA del ejido 11 de abril en Cacahoatán, lamentó, que muchos de los jóvenes prefieren vender o rentar las tierras que les fueron heredadas. Cambian el uso de suelo a habitacional o establecen un negocio en la propiedad.
“Estamos pensando a futuro, en donde el dueño, el ejidatario, el campesino, el productor fallezca y herede sus tierras a hijos, nietos o familiares y estos que no tienen ningún interés las vendan fácilmente, sin darnos cuenta que estamos regresando a los años antes de la revolución, en donde el que tenía más dinero tenía más capacidad de tierras, y por lo tanto nos convertiremos en sus trabajadores”.
Carlos Enrique Méndez / Pdte. APROCADA Ejido 11 de Abril, Cacahoatán.
Israel Pérez, de 75 años, es productor de Café de Tapachula, Y aunque el panorama es desalentador, dijo que depende mucho de la gente mayor de inculcar a los jóvenes el respeto y amor al campo.
“Depende mucho de nosotros, la gente de edad avanzada como yo, tenemos que inculcar a nuestros hijos y nietos el cuidado de su tierras, que le agarren amor al campo porque de ahí comemos. Que vayan a estudiar y que regresen a aplicar sus conocimientos en la agricultura”.
Israel Pérez / Productor de Café
El envejecimiento de los productores y que estos no tengan un relevo en sus hijos o nietos significa un reto muy importante para las autoridades, porque de las manos de campesinos depende la generación de alimentos en todo Chiapas y el país; de tal manera, que se deben implementar políticas públicas, incentivos y apoyos para evitar que las nuevas generaciones abandonen el campo.