A casi tres meses del lamentable fallecimiento de Iker, el niño chiapaneco que fue atropellado en las calles de Mérida mientras pedía limosnas, activistas y asociaciones civiles han manifestado el deseo de darle una sepultura al cuerpo del pequeño, ya que hasta el momento no se ha dado con el paradero de familiares que puedan reclamarlo.
Frente a esto el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán (CODHEY), Miguel Óscar Sabido Santana, consideró que deben ser las autoridades quienes se encarguen del proceso para dar sepultura al pequeño; sin embargo, será la Fiscalía General del Estado la que decida oficialmente las acciones correspondientes.
Por ahora la CODHEY y las dependencias continúan en la búsqueda de algún familiar de Iker, cuyo cuerpo yacerá por tiempo indefinido en las instalaciones del médico forense.