Los operadores de diversas líneas de autobuses en la región que cubren la ruta Huixtla-Escuintla han sido los principales beneficiarios del paso de grupos de migrantes por la carretera costera, ya que han estado priorizando su servicio sobre el de los residentes locales.
En este contexto, la señora Sonia Jiménez reveló que viaja diariamente al municipio de Villa Comaltitlán, donde trabaja, utilizando los servicios de transporte que cubren la ruta hacia Villa Comaltitlán y Escuintla. Sin embargo, según Jiménez, cuando las unidades llegan después de la caseta de peaje de Cerro Gordo, parece que se convierten en bases para abordar a grupos de migrantes que buscan salir del estado de Chiapas, especialmente desde la ciudad de Tapachula, donde han sido ignorados por las autoridades del Instituto Nacional de Migración .
Los conductores recogen a los migrantes y los llevan hasta antes del retén de Villa Comaltitlán, esperándolos luego en el retorno del muro y transportándolos hasta Escuintla, cobrándoles hasta 200 pesos por tramo. Jiménez señaló que durante sus viajes desde Huixtla, ha notado que los transportistas son los principales beneficiarios del flujo migratorio en Chiapas, al punto de que han dejado de atender a los residentes locales.