Se conformó el “Consejo de Choferes Unidos los 400”, que es encabezada por 13 líderes de agrupaciones de solicitantes de concesiones de la modalidad de taxi, para hacer un frente y pedir al gobierno de Chiapas y a la Secretaría de Movilidad y Transportes que se atienda en Tapachula la solicitud de la población y de este sector para el concesionamiento.
En días pasados se ha manifestado la situación de que el parque vehicular existente no puede cubrir la alta demanda de pasaje, debido al crecimiento poblacional, derivado del incremento de la población migrante y del asentamiento de nuevas empresas en esta ciudad, y considerando que desde hace más de 20 años en que no ha habido nuevas concesiones en Tapachula.
A nombre del consejo de Choferes Unidos los 400, José Luis Martínez Carpio, Enrique Borges Julián y Jorge Adrián Vázquez Pérez, enviaron una petición al gobernador Rutilio Escandón y al titular de la Secretaría de Movilidad y Transportes Aquiles Espinosa de escuchar a los verdaderos choferes.
Expusieron que si ya se concesionó en otros municipios también se haga en Tapachula, que cuenta con el respaldo de la población y el sector organizado, pues hay condiciones y necesidad de un concesionamiento, justo y transparente y que se beneficie al verdadero trabajador del volante que cuenta con expedientes y documentación en regla y que trabaja en Tapachula.
El déficit de taxis urbanos para Tapachula es evidente, señalaron: Martínez Carpio, Borges Julián y Vázquez Pérez, quienes piden que sea la autoridad en la materia la que determine el número de unidades que hacen falta para Tapachula a través del estudio de factibilidad, ya que en la actualidad son mil 421 unidades, pero también piden que no se desborde para que alcance para el sustento familiar.
Reiteraron que tanto los taxis libres como los de radio taxis no tienen la capacidad de respuesta para atender a los usuarios, a esto se suma el problema migratorio y reconocieron lo que podría considerarse como una práctica no adecuada en el que algunos choferes prefieren dar el servicio a los migrantes que pagan con otra moneda que, a los locales, pues hay mucho pasaje y pocos taxis.