Aumenta la corrupción en oficinas migratorias del Instituto Nacional de Migración en Chiapas, tras la llegada del nuevo delegado estatal, Carlos Alberto Santiago Hernández.
La representación del Colegio de Abogados de Inmigración y Derechos Humanos de México, mantenían la esperanza que con el cambio de titular de la delegación del INAMI en Chiapas las irregularidades y arbitrariedades serían cosa del pasado; sin embargo, todo ha empeorado.
“Pensamos que la situación iba a cambiar con el cambio de delegado, pero ahora el señor Carlos Alberto Santiago Hernández, parece que viene peor que la anterior delegada, no está permitiendo el acceso a nosotros los abogados para brindar información a los migrantes amparados y retenidos en la estación migratoria”.
José Gildardo Galdámez / Pdte. Colegio de Abogados de Inmigración de México.
De acuerdo al abogado, los migrantes que son detenidos y llevados a la estación migratoria Siglo XXI los están forzando a la deportación, sin derecho a ninguna defensa.
Son amenzados, los engañan y obligan a firmar documentos para luego deportarlos.
Al ser detenidos les retienen sus documentos de identificación, para que no puedan buscar asesoría legal y tengan acceso ante jueces federales para ampararse.
INAMI pone cercos económicos para extorsionar a migrantes.
Con el cambio de timón en la delegación del INAMI en Chiapas, se ha acrecentado la venta de documentos y han fortalecido este cerco migratorio económico en diferentes puntos de la ciudad, para extorsionar a los extranjeros.
“Tal parece que el cerco que han formado alrededor de Chiapas es un cerco a modo bajo intereses corruptos, con el fin de venderles documentos que les permitan avanzar y en la medida que los migrantes no pueden avanzar se vean forzados a pagar por esa V.H. Exigimos entonces, la investigación del recién nombrado como delegado del INM en Chiapas”.
Señaló, que no importan los cambios que se hagan en la delegación de Migración, porque, cada vez están más violentados los derechos humanos de los migrantes. En Chiapas la migración es un negocio particular, y los funcionarios de recién ingreso se ven forzados a entrarle, puntualizó.
Señaló que los agenten están acaparando a los migrantes y los asisten con abogados de su confianza, les vende una Visa Humanitaria hasta en 500 y 1000 dólares por persona, principalmente, a asiáticos y árabes.