Hasta ahora, Airbnb sí que permitía a los anfitriones que instalaran cámaras de seguridad en los hogares, pero con limitaciones. La idea es que estas cámaras estuvieran situadas en zonas comunes, como el salón, además de pasillo. Pero de ninguna manera podían estar instaladas en baños o habitaciones. El problema es que muchos anfitriones escondían las cámaras, ya sea por seguridad o por grabar imágenes explícitas. Y la plataforma ha tomado esta decisión.
Como indica la plataforma en su comunicado de prensa “Históricamente, Airbnb permitía el uso de cámaras de seguridad interiores en áreas comunes de los alojamientos, como pasillos y salas de estar, siempre que estuvieran indicadas en la página del alojamiento antes de reservar, fueran claramente visibles y no estuvieran ubicadas en espacios como áreas para dormir y baños. La actualización de esta política simplifica nuestro enfoque y deja claro que no se permiten cámaras de seguridad dentro de los listados, independientemente de su ubicación, propósito o divulgación previa.”