Mujeres y jóvenes son las principales víctimas de ciber acoso.
El acoso cibernético es quizá uno de los problemas sociales que ha ido creciendo y que más afecta la salud mental de jóvenes principalmente. El fenómeno no es nuevo pero a raíz del boom del uso de las redes sociales que creció durante la pandemia, el problema ha prendido los focos de alerta de las autoridades, o al menos eso debería de estar sucediendo.
Para los acosadores es muy gratificante tener en charola de plata a su siguiente victima, un par de clicks son suficientes para descargar todo un mar de comentarios llenos de odio, resentimiento, frustración, envidia, e intolerancia.
Un ejemplo claro son las amenazas de muerte y acoso que recibió Scarlett Camberos jugadora de fútbol del club América y que la orillaron a tener que mudarse de país y dejar su vida profesional en México a causa de ese hostigamiento que vivió. Pero es solo un ejemplo; dia a día miles de jóvenes pasan por experiencias similares y al parecer no hay autoridad que pueda frenar el problema.
El acoso cibernético no termina apagando los dispositivos móviles, esa violencia trasciende a los aparatos y se queda en la victima, influye en su estado de ánimo, a tal grado de repercutir negativamente de diferentes formas.
La pregunta es ¿Dónde estan los diputados?,¿Cuándo habrá mejores leyes que regulen ese tipo de violencia?