El nivel de precios al consumidor en MĂ©xico creciĂł ligeramente durante marzo del 2024, alcanzando una tasa interanual de 4.42%, todavĂa por encima de la meta del Banco de MĂ©xico.
De acuerdo con el INEGI, los productos que mĂĄs se han visto afectados en su precio por la inflaciĂłn fueron la papa y otros tubĂ©rculos con 28.62%, la naranja 24.85%; pan dulce 2.29%; el pollo 3.35%; la electricidad 2.59%; refrescos envasados 1.66%; loncherĂas, fondas, torterĂas y taquerĂas 0.96%, restaurantes y similares 0.99%; y la gasolina de bajo octanaje 0.57%.
No obstante, a estos porcentajes, las amas de casa resienten todos los dĂas el incremento a los precios de la canasta bĂĄsica, especĂficamente con lo que tiene que ver con los alimentos de primera necesidad y los servicios como el agua, luz y el gas domĂ©stico.
La economĂa de las familias estĂĄ en penumbras porque, aunque en gobierno se ufane, por aumentar el salario mĂnimo año con año, lo cierto es que la inflaciĂłn de los productos necesarios estĂĄ por encima de lo que ganan los trabajadores, señalĂł la ama de casa Consuelo PĂ©rez Cruz.
En MĂ©xico la inflaciĂłn acumulada en cinco años es de 28.75%, situaciĂłn que pega drĂĄsticamente en el bolsillo de las familias y con este panorama econĂłmico complicado, las reinas del hogar tienen que estirar aĂșn mĂĄs los pocos recursos que llegan a la mesa para poder abastecer la canasta bĂĄsica, la cual sufre constantemente el aumento en sus precios, por lo que ahora las amas de casa compran menos productos y gastan lo mismo o mĂĄs.
Productos como la carne, azĂșcar, pollo, huevo, aceite, frijol, harina y verduras como el tomate, la cebolla y chile han aumentado de manera considerable sus precios, al inicio del año, pues el azĂșcar un 55 % su precio en el mercado.
Otros ejemplos estĂĄn en el aceite, el casillero de huevos que ya no regresĂł al precio antes de la pandemia, el kilo de frijol, la bolsa de pastas, ademĂĄs de las frutas y verduras.
Las amas de casa cada vez enfrentan apuraciones econĂłmicas antes de que llegue la quincena, por lo que ya tiene mucho tiempo en que las familias se han privado de gustos personales, o la compra de otros artĂculos no necesarios que antes sĂ podĂan hacer.